Padres y madres y su papel fundamental
¿Quién se encarga de que niños, niñas y jóvenes de todas las edades puedan asistir a los entrenamientos, competiciones… deportivas? ¿Quién escoge y comparte la actividad deportiva de niñas, niños y jóvenes deportistas? ¿Quién transporta a niños, niñas y jóvenes hacia el lugar donde van a hacer deporte?
Las madres y los padres (y demás familiares implicados) tienen un papel fundamental en el deporte de sus hijos e hijas. Sin ellos, sus hijos/as no pueden hacer deporte. Y no sólo eso: el sentirse acompañados por sus progenitores resulta muy satisfactorio para esos jóvenes que hacen deporte con toda la ilusión del mundo (o debería ser así).
Los padres y las madres generan unas condiciones idóneas para que sus hijos/as hagan deporte cuando se encargan de que lleguen puntuales y a tiempo a entrenamientos y competiciones; cuando les ayudan a sus hijos/as a que elijan la actividad deportiva que les gusta, asumiendo lo que eso significa; cuando favorecen que compaginen adecuadamente los estudios y el deporte; cuando tienen una relación cordial con los y las entrenadores/as, comunicándose con ellos/as por las vías y momentos adecuados; cuando se preocupan porque las personas que están alrededor de sus hijos/as estén debidamente preparadas para realizar su cometido; cuando respetan a árbitros, dirigentes y contrarios; cuando son un verdadero ejemplo de comportamiento para sus hijos/as transmitiéndole valores como el respeto, la competitividad (sana), deportividad, el esfuerzo, el trabajo en equipo….; y sobre todo cuando comparten de manera adecuada (y en familia) los fantásticos momentos que genera el deporte. Por éstas y otras cosas similares las madres y los padres son importantes para sus hijos/as.
De esta forma, en lugar de insultar a los árbitros cuando se supone que perjudican a “su” equipo, animarán a sus hijos/as transmitiendo la idea de superación ante la adversidad y el esfuerzo haciendo todo lo posible en cada momento; en lugar de criticar abiertamente a entrenadores/as, respetar su trabajo y, en todo caso consultarles cualquier cuestión siempre por los cauces adecuados; en lugar de, durante el trayecto que va desde el final de un partido hasta llegar a casa, estar criticando a técnicos, contrarios u otros compañeros del equipo, valorar el esfuerzo, el trabajo realizado y la experiencia vivida de sus hijos/as; en lugar de “pegarles la matraca” diciendo lo que tienen que hacer sí o sí (sin importar el criterio de técnicos ni tampoco el de los niños, niñas y/o jóvenes deportistas), permitir que predomine el juicio de los/as entrenadores/as dejando además que los jóvenes deportistas sean dueños de su propio aprendizaje; es decir, en lugar de actuar como papá o mamá-entrenador/a, o ‘hooligan’, hacerlo como buen padre o madre de deportista.
Cada agente implicado en el deporte de base, bien sea entrenador/a, coordinador/a, dirigente, árbitro, espectador/a, familiar… tiene un papel fundamental para generar esas condiciones idóneas para que los más jóvenes sean cada vez mejores deportistas y, sobre todo personas más fuertes mentalmente, desarrollando así valores positivos. Los padres y las madres tienen un papel fundamental. Y pueden hacerlo bien para darles lo mejor a sus hijos/as deportistas.
Autor: David Peris Delcampo
Psicólogo Experto en Psicología del Deporte
Presidente Associació de Psicologia de l’Esport de la Comunitat Valenciana (APECVA)
Vicepresidente Federación Española de Psicología del Deporte
Publicado en Esportbase
- Publicado en Actualidad, Noticias FFCV
Experiencias ‘a la saca’
Miles de partidos de deporte de base y especialmente de fútbol en categorías tempranas se juegan en los campos de nuestro entorno. Allí, niños y niñas hacen algo que les debería favorecer en su desarrollo físico, psicológico, social….: jugar. Juegan al fútbol, baloncesto, balonmano, rugby, tenis, atletismo, hockey, fútbol sala, patinaje… y adultos que están alrededor de esas personas que necesitan del juego para desarrollarse. Y que además, el entorno deportivo permite hacer amigos, enfrentarse a situaciones diferentes, plantearse retos, pertenecer a un equipo… múltiples escenarios potenciales para que, además de experimentar el juego, los más jóvenes pueden desarrollar valores como la diversión, compromiso, respeto, equipo, tolerancia, creatividad… Y eso hace que el deporte, a edades tempranas, sea una magnífica oportunidad de desarrollo social, psicológico, deportivo, personal, físico…
Y las oportunidades se aprovechan o no.
También están aquellas en las que niños y niñas se sienten presionados por ganar o perder. Por padres que les “pegan la chapa” momento tras momento para que hagan lo que se “debe” hacer. Padres, entrenadores, entorno… que meten presión para que se gane, rinda o yo qué sé. Y el niño o niña sale…
Y están además los padres y madres preocupados porque igual su hijo o hija el año que viene no estará en ese u otro equipo, en lugar de aprovechar ese momento que es único, pase lo que pase. O aquellos entrenadores que sólo piensan en ganar (da igual la edad) sin tener en cuenta las necesidades de esas personas que necesitan jugar y desarrollarse.
Y todo eso genera experiencias en los jóvenes deportistas. Experiencias que se meten “a la saca” y que muchas veces recordarán durante toda su vida. Una vez una niña o un niño vive una situación emocionalmente impactante, ya es “suya”, se la queda para siempre. La recordará toda su vida.
¿Qué tipo de experiencias les generamos a nuestros jóvenes deportistas? Como entrenadores, madres, padres, dirigentes, árbitros… ¿qué recuerdos estamos generando que les favorecerán (o todo lo contrario) su desarrollo deportivo y personal? ¿qué experiencias les metemos “en la saca” de estos jóvenes deportistas que recordarán siempre?
Autor: David Peris Delcampo
Psicólogo Experto en Psicología del Deporte
Presidente Associació de Psicologia de l’Esport de la Comunitat Valenciana (APECVA)
Vicepresidente Federación Española de Psicología del Deporte
Publicado en Esportbase
- Publicado en Actualidad, Más que Fútbol, Noticias FFCV
Pautas básicas para la alimentación del futbolista
En el mundo del fútbol base o amateur, no se le da la debida importancia a la alimentación del futbolista. Vamos a intentar ofreceros una serie de pautas básicas o consejos para ayudaros a sacar el máximo provecho de vuestras comidas.
Entrenar no lo es todo para jugar mejor durante la competición; hay muchos factores que están fuera del entrenamiento que influyen mucho en el rendimiento (descanso, estado psicológico, etc.). Uno de estos factores es la alimentación; es muy conveniente saber qué comer antes y después de un partido o entrenamiento, cuándo comer, cómo comer y que efectos tiene lo que se come en el rendimiento del futbolista.
La nutrición de un futbolista ha de perseguir 3 objetivos fundamentales:
- Ha de ser una dieta lo más saludable, equilibrada y variada posible (Como la que debería seguir el 95% de la población mundial).
- De esta alimentación se debe obtener la capacidad energética para los partidos y los entrenamientos.
- Finalmente se deben incluir alimentos post partido y post entrenamiento específicos para reequilibrar el organismo.
¿Qué debe comer un futbolista y de qué le sirve lo que come?
– Hidratos de carbono:
Los hidratos de carbono son la fuente más importante de combustible de la que dispone un futbolista. Existen los hidratos de carbono simples que son los que más rápidamente proporcionan energía y los hidratos de carbono complejos que se liberan más lentamente al organismo y que son los más indicados a incluir en las comidas previas al partido. Los hidratos de carbono se almacenan en el cuerpo y son liberados durante el ejercicio físico aportando combustible al cuerpo. Hay que destacar que si se come más hidratos de carbono de los que se consume, estos se acumulan en el organismo en forma de grasa. Ejemplos de hidratos de carbono de absorción rápida son las frutas, los productos lácteos y la miel.
Por otra parte los denominados hidratos de carbono complejos se encuentran en la pasta, pan, cereales, hortalizas etc. Serán pues alimentos a tener en cuenta sobre todo antes de la competición o del entrenamiento ya que son los encargados de dar al cuerpo la energía necesaria para rendir mejor. Sin embargo después de haber entrenado, también es importante tomar hidratos en forma de ensaladas de verduras para rellenar los depósitos de hidratos que se hallarán vacíos.
Se debe consumir proteínas para la formación, reparación y crecimiento de nuestros tejidos corporales, en especial de la musculatura.Hay dos tipos de proteínas, las vegetales y las animales.
Las proteínas vegetales provienen principalmente de los frutos secos (nueces, almendras etc.) y de las legumbres.
Las proteínas animales vienen de la carne, del pescado, del huevo y de leche y de sus derivados. Por su efecto reparador del tejido serán alimentos muy aconsejados al acabar la práctica deportiva, debiéndolos incorporar, en menor medida, antes de la competición. Hay que tener en cuenta que muchas fuentes de proteicas (frutos secos, carnes etc.)son también fuentes de grasa por lo que habrá que tener en cuenta el tipo de alimentos a comer y la cantidad.
– Grasas:
Las grasas además de ser la principal fuente de energía del cuerpo, tienen un papel muy importante en el sistema nervioso, ya que son el componente principal de las membranas celulares y de las estructuras celulares. Sin embargo las grasas se acumulan en la piel pudiendo hacer que la morfología corporal acumule más grasa de la necesaria. No hay que obviarlas ni tampoco abusar de ellas.Las grasas de origen vegetal se encuentran en el aceite de oliva, la margarina y los frutos secos.
Las de origen animal provienen de la carne, el pescado, la mantequilla y la leche.
– Vitaminas y minerales:
Se debe consumir alimentos que posean vitaminas y minerales ya que ayudan a que el organismo funcione mejor y previene enfermedades o bajones en el estado de ánimo.
El futbolista debe comer unas 5-6 veces al día, siendo las primeras comidas del día las que más energía aporten al cuerpo. Hay que tener en cuenta que el futbolista no puede llegar a un partido/entrenamiento desprovisto de energías por lo que deberá comer antes. Los hidratos de carbono serán la mejor opción, complementándolos con un poco de proteínas y una cantidad de grasas saludables (como el aceite de oliva).
Si el partido es por la mañana la concentración de hidratos deberá estar en el desayuno y en el almuerzo si es que juega a mediodía. Se recomienda comer entre 3 horas y 3 horas y media antes del partido, para que se pueda realizar, en mayor medida, la digestión de los componentes nutricionales.
Si el partido es por la tarde o noche, la concentración de hidratos se encontrará en la comida y la merienda.
De esta manera el jugador llegará al partido con todas sus reservas de energía llenas para que la fatiga no llame a las puertas antes de tiempo. Después del partido se debe comer proteína para ayudar a la reparación del tejido muscular por el desgaste físico. Aquí no sólo incluiremos proteínas sino hidratos de asimilación lenta para llenar los depósitos de hidratos.
Autor: Javier Brines (Entrenador y Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Diplomado en Fisioterapia).
Publicado en: Fútbol Base en estado puro
- Publicado en Actualidad, Noticias FFCV
¿Qué es ‘la soledad del entrenador’?
Te despiertas en mitad de la noche, sudando, pero no hace calor, más bien sientes frío, te duele cada músculo del cuerpo, no consigues volver a conciliar el sueño, otra vez tienes esa sensación…
Puedes estar rodeado de gente que te apoya, un cuerpo técnico que te ayuda, que trabaja codo con codo en pos de un objetivo, pero no logras quitarte esa sensación. Una sensación de vacío que te acompaña siempre, ese sentimiento de que en aquella derrota deberías y podías haber hecho más, ese jugador que se queda en el banquiólo o que es sustituido el primero, incluso en la victoria o en el gol marcado ves la felicidad de tu equipo, de la afición, pero tu sigues sintiéndolo.
No buscas dedicatorias, ni que nadie venga a decirte que estas haciendo un buen trabajo o que has tenido una decisión crucial para el partido, no quieres reconocimientos sociales, simplemente tienes esa sensación de frío, de vacío, y no logras quitártela.
Sin duda me atrevo a decir que el rival más duro al que hay que enfrentarse no son los nervios del partido o que los resultados no acompañen… es la Soledad del Entrenador.
Algo con lo que hay que aprender a vivir, estudiarlo, planificar cómo neutralizarlo y enfrentarse a él como si de una final se tratase.
Por fin consigues dormirte, aunque sabes que en cualquier momento puedes volver a despertar, pero no tienes miedo, sabes que en el fondo no va a poder contigo. Al día siguiente pisas de nuevo el césped, organizas todo para entrenar y vuelves a sentir el fútbol recorrer tu cuerpo, sonríes, y piensas: “Soledad, cuando quieras te doy la revancha”.
Autor: Jónatan Fernández (Entrenador de Fútbol y Graduado en Geografía e Historia)
Publicado en Esportbase
- Publicado en Más que Fútbol, Noticias FFCV
Fútbol Sala Base, la escuela «ideal»
Decía Chomsky que “el propósito de la educación es mostrar a la gente cómo aprender por sí mismos. El otro concepto es el adoctrinamiento”.
Al día de hoy, todavía hay entrenadores formadores de Fútbol Sala base que viven el aprendizaje como los episodios de una serie de televisión (aprovecho para comentar gratuitamente que, a veces, el mundo de las escuelas deportivas me recuerda un poco a Juego de Tronos). Es decir, entienden el aprendizaje como un continuo en el que cada capítulo supone un paso más hacia la consecución de un conocimiento sólido y permanente.
Pero, en realidad, el aprendizaje no es ni sólido ni permanente. El aprendizaje es fluido, plural, contingente e híbrido.
- Fluido porque es cambiante.
- Plural porque no hay una única forma de hacer ni de saber.
- Contingente por que puede suceder o no suceder, no es algo que puede adquirirse de forma permanente.
- Híbrido porque puede adquirirse en lugares y de formas diversas.
Desde mi atalaya personal, aprender es relacionar algo que sabemos con algo que no sabemos, por tanto, para enseñar debemos saber lo que el joven jugador conoce. Sin olvidarnos que la tarea del entrenador formador no es transferir conocimientos sino desarrollar los talentos del joven jugador. Y por mucho talento que tenga un niño, sólo después del entrenamiento podrá ser jugador de fútbol sala.
En la escuela deportiva “ideal” del siglo XXI, los jugadores y jugadoras aprenden, disfrutan, participan, se exigen… ¡viven! Es una escuela que permite saber quiénes son y ayudarles a saber quiénes quieren llegar a ser. Para ello uno de los objetivos mas importantes del entrenamiento es dotar todo tipo de destrezas, habilidades, pero también… conocimientos, sin perder de vista que la escuela deportiva ya no es el único lugar donde los niños y niñas pueden acceder al conocimiento y lógica del juego.
La formación y aprendizaje en las escuelas deportivas de fútbol sala base debería considerarse un viaje de descubrimiento. Debería estimular las llamas de la imaginación y encender el fuego de la curiosidad.
Animar a todos aquellos entrenadores de fútbol sala base que preparáis vuestros entrenamientos con multiples y variadas tareas, algo imprescindible, por favor no olvidéis que la expresión que mas debéis usar en dichos entrenamientos es: ¡JUEGUEN! ¡JUEGUEN! ¡JUEGUEN!
Autor: Jesús Candelas, Entrenador profesional de fútbol sala.
- Publicado en Actualidad, Más que Fútbol, Noticias FFCV
Ser excelente no es suficiente
Nos encontramos en un mundo de cambios continuos, de mucha exigencia y competencia, en el cual, a pesar de ser talentoso, esforzarse y dar lo mejor de uno mismo, a veces no es suficiente.
En el deporte asumimos muchas veces que la exigencia y la presión forman parte del juego y que la manera en la que los jugadores sacan lo mejor de sí mismos es ‘apretándoles’ y recordándoles aquello en lo que deben mejorar, o en lo que podrían conseguir y no han conseguido.
Sin darnos cuenta caemos en el error de pensar que les ayudamos, pero nos olvidamos de lo más importante; los equipos se construyen desde las fortalezas, no desde sus debilidades.
Comentar aquello en lo que se debe mejorar es necesario y útil, pero tiene su momento, y debe realizarse desde las fortalezas. No debe ocupar el papel central del discurso de un entrenador. Nosotros decidimos dónde queremos que nuestro equipo focalice la atención en un partido, si en lo que saben hacer y tienen, o en lo que no.
Estamos acostumbrados a encontrarnos con jugadores que les cuesta reconocer sus propias fortalezas, pero tienen una lista de innumerables cosas que deben mejorar. La cultura deportiva debe hacer más hincapié en el desarrollo del talento y menos a la corrección de defectos, para conseguir jugadores seguros, sin limitaciones que luchen hasta el final con todo lo que tienen.
¿CÓMO PUEDO MEJORAR LA CONFIANZA EN MI EQUIPO?
- Reconocer las fortalezas de mi equipo nos hace más fuertes. Saber las fortalezas que tenemos nos ayuda a mirar alto, a pensar que es posible, a conocernos más como equipo.
- Realizar una buena planificación de la temporada con metas realistas y alcanzables, que den seguridad y estabilidad al equipo.
- Realizar tareas en las que predomine el éxito y no el fracaso. Uno de los aspectos de la confianza son las experiencias previas de los deportistas, si éstas han sido de frustración, no consigo que confíen en sus capacidades.
- Generar expectativas positivas y confianza en mi equipo. Crear expectativas positivas sobre una situación genera en el equipo ilusión, ganas y dirige la atención hacia aquello que se puede conseguir.
- Respetar los tiempos de descanso y las cargas de entrenamiento permite al deportista, sentirse bien consigo mismo y confiar en el método de entrenamiento.
- Saber gestionar los fallos de mi equipo para transformarlos en motivación. Centrar mi atención en lo que importa cada momento me ayuda a no darle importancia al fallo, animar a los jugadores y seguir motivados.
- Llevar una correcta alimentación y sentirnos bien físicamente ayudará a que tengamos sensación de incomodidad que lleva inseguridades.
Autor: María Cabrera Bolufer, Psicóloga Deportiva del CF San José
- Publicado en Más que Fútbol, Noticias FFCV
Psicología en el Fútbol Base
Cuando uno se acerca a los clubes que trabajan con chavales, se da cuenta que muchos de ellos, por no decir la mayoría, no cuentan con la figura del psicólogo.
Entre Oscar y Raimon (Licenciado en Educacion Física y persona que coordina el funcionamiento y la metodología en esta escuela) marcan las pautas a seguir en una serie de aspectos que deben de tener en cuenta los monitores o entrenadores formadores. En las categorías en las que trabajamos, no debemos obsesionarnos con los aspectos estrictamente deportivos, sino también con los personales que inciden en el ámbito futbolístico del niño, como:
- Las Relaciones familiares.
- Las Relaciones con los demás compañeros de equipo.
- Las Relaciones entre el niño y el entrenador-formador.
- Otros aspectos importantes para el niño: colegio, instituto, amistades.
- Su Rendimiento académico.
Pero no debemos olvidarnos de los aspectos deportivos como:
- La Motivación del niño a la hora de la práctica deportiva.
- Controlar a los niños con ansiedad pre y competitiva.
- Fijarnos en su atención y concentración durante la práctica deportiva.
- Controlar su rendimiento deportivo, tanto en entrenamientos como en competición
- Interesarnos por los trastornos o problemas personales.
Para trabajar todos estos aspectos, el entrenador-formador tiene que manejar cierta información:
- Ha de conocer a los niños y valorar sus aptitudes psicológicas.
- Tiene que atender y asesorar en aspectos educativos.
- Debe fomentar un adecuado clima en el equipo.
- Ha de mejorar las aptitudes psicológicas para el entrenamiento y la competición.
- Tiene que promover una motivación en los niños.
- Y tiene que intervenir ante problemas o situaciones que se puedan plantear durante la temporada.
Lo que está muy claro, es que la E.M.O se ha dado cuenta de la necesidad de la psicología en el deporte en general, y el fútbol base en particular y no sólo como asesoramiento y formación de entrenadores, sino como un miembro más la escuela deportiva. Desde este humilde blog, queria reconocer la iniciativa de la escuela municipal de fútbol de Orihuela, al incluir un psicólogo deportivo en su organigrama. Y resaltar la gran labor que esta despeñando Oscar Andreu. Asesorando a los niños en el tema educativo, controlando el rendimiento académico de todos ellos, recuperando psicológicamente a niños que sufren lesiones de gravedad, apoyando a los que tienen problemas familiares, etcétera.
Autor: Miguel Ángel Aroca (Entrenador Nacional de Fútbol)
Publicado en ‘La soledad del entrenador’
- Publicado en Actualidad, Noticias FFCV
¿Y quién ayuda al que ayuda a todos?
Cada fin de semana, miles de niños acuden a las instalaciones deportivas que hay repartidas por todo el país con el objetivo de disfrutar de su gran pasión, el fútbol. Para todos ellos, este es el día más esperado de la semana, el momento en el pueden divertiste con sus compañeros practicando su deporte favorito.
Entre todas las instituciones y personalidades que están al servicio de los jóvenes deportistas (Federación, clubes, familiares…), cabe destacar la figura del entrenador, pues es el gran valedor de la formación de los verdaderos protagonistas, los futbolistas. En fútbol base el míster siempre ha sido una persona apasionada con este deporte, una figura vocacional que disfruta viendo crecer deportiva y personalmente a sus jugadores a los cuales quiere y cuida como si de hijos suyos se tratasen. Tanto es así que, debido al interés que esta práctica despierta en ellos y con el objetivo de ser lo más profesionales posible, muchos de estos entrenadores invierten grandes cantidades de su tiempo y dinero en tener una amplia formación académica: carreras y másters universitarios relacionados con la educación y el entrenamiento, cursos de técnico deportivo y monitor, seminarios de actualización y formación continua, etc. A todo esto hay que tener en cuenta que el fútbol es su afición, no su profesión, pues la gran mayoría trabaja de forma voluntaria o con retribuciones mínimas que apenas llegan para cubrir los gastos de desplazamiento. Lo hacen debido a la gran vocación que tienen hacia la docencia y a su pasión por el deporte.
Por todo esto, entiendo que el entrenador debería ser una figura respetada y apoyada por todos. Una persona a la que convendría ofrecerle todas las facilidades posibles para que pueda desempeñar lo más eficazmente su labor.
En cambio, en esas mismas conversaciones resulta prácticamente misión imposible escuchar que se destaque la figura del entrenador o se agradezca su labor, incluso en situaciones deportivas favorables. También resulta muy poco probable escuchar que alguien se preocupa, se interesa o presta su ayuda al míster en aquello que pueda necesitar.
Aunque en ocasiones no lo parezca debido a la gran resiliencia y capacidad para gestionar sus emociones, los entrenadores también son seres humanos y como tal, tienen sentimientos y les afectan las situaciones negativas. Por eso, a pesar de que todos los entrenadores son conscientes de que su labor siempre va a estar juzgada y en entredicho ya que esto forma parte del mundo del fútbol, muchos de ellos no consiguen entenderlo y acaban dando el brazo a torcer, desmotivándose paulatinamente y finalmente, por desgracia, abandonado la práctica.
Por eso, para evitar que estas situaciones sigan sucediendo y con el objetivo de invitar a la reflexión a todos los amantes del fútbol, especialmente del fútbol base, lanzo las siguientes preguntas:
- ¿Quién se preocupa por el míster en los malos momentos?
- ¿Quién reconoce y apoya al entrenador cuando lo necesita?
- ¿QUIEN AYUDA AL QUE AYUDA A TODOS?
Autor: Rubén Bisquert (Entrenador Nacional en CF Cracks)
Imagen: Paco Polit – Esportbase
- Publicado en Actualidad, Más que Fútbol, Noticias FFCV
Ganar sí, pero sin humillar
Desde edades tempranas los formadores debemos enseñar a los niños a saber perder, es parte del aprendizaje, pero sobre todo a saber ganar, aunque parece que algunos no lo entienden, o no quieren entenderlo.
En estas edades, lo verdaderamente importante es potenciar la educación y la formación de los niños, por encima del resultado. Federaciones y clubes, deberían tener iniciativas para acabar con este tipo de resultados. Sí tengo conocimiento de que el Villarreal, club referencia en el fútbol base a nivel nacional, sí evita humillar a los rivales. No hace mucho, leí una entrevista a Raúl Herrera, director del Fútbol Base del Villarreal, reconociendo que intentan «inculcar este tipo de valores; no hay que avasallar al rival; no hay que ganar por encima de todo. Durante los partidos, se toman medidas para frenar marcadores finales de 12-0 o de 15-2 que, al fin y al cabo, de poco sirven”. Todos hemos oído o leído alguna vez resultados de fútbol base con marcadores de 15-0, 23-0 e incluso 43-0. Para mí eso no es fútbol, no refleja los valores del fútbol formativo, eso es humillar. Muchos de los que entrenamos a niños o lo hemos hecho en alguna ocasión, hemos vivido alguna situación como la relatada anteriormente.
He visto casos de niños que lloraban en el vestuario, y se negaban a volver al terreno de juego. Seguramente no podremos evitar que los niños se vayan hundidos a casa, o que alguno llegue a odiar el fútbol. Tampoco que se produzcan este tipo de resultados, porque irremediablemente se seguirán produciendo. Pero los que formamos parte de este deporte, algo tendremos que hacer para minimizar los daños.
¿Posibles soluciones? Quizá podríamos plantear jugar un mínimo de minutos por partido a cada niño, obligando con ello a entrenadores a realizar cambios, jugando todos los niños un numero de minutos considerable. Proponer ciertas normas, como no presionar en la salida de balón del rival, o hacerlo a partir de una determinada zona, sobre todo en partidos de pre-benjamines y benjamines. Sancionar a clubes, entrenadores, u organizaciones que permitan este tipo de resultados, incluso parar los partidos, etc…
En California, en el año 2013, la Northern California Federation Youth Football League (fútbol americano), decidió imponer multas de 200 dólares y dos semanas de suspensión a los entrenadores. Siempre que su equipo ganara por más de 35 puntos,
todo esto, en ligas de niños de 7 a 13 años. Por supuesto, el revuelo entre padres y entrenadores fue considerable, pero el responsable de la federación se mantuvo firme, indicando que “en esas edades el objetivo es que los chavales lo pasen bien”.
Recordando el altísimo porcentaje de abandono infantil en la práctica deportiva, cuando continuamente sufren resultados muy abultados.
Yo me pregunto: ¿Qué han aprendido esos niños después de resultados tan abultados? Tanto ganadores como perdedores, mi opinión: nada, han desaprovechado una oportunidad para seguir aprendiendo. Muchos formadores me comentan «¿y que podemos hacer cuando somos tan superiores?». Estas goleadas son inevitables. Me niego a admitirlo, yo también me he visto en esa misma situación, planteando a los niños retos y objetivos individuales y colectivos.
Retos y objetivos que podemos plantear.
– Cambiar futbolistas de posición.
– Jugar a uno o dos toques máximo.
– Pasar el balón por nuestros centrales para poder atacar.
– Pasar el balón por ambas bandas para poder hacer gol.
– Solo podemos hacer gol tras centro desde una banda.
– Solo atacan 2 jugadores, resto mantienen la posesión.
– Jugar a pierna cambiada.
Para terminar, os dejo una frase que define lo que para mí deben hacer los niños cuando saltan a un terreno de juego: “Solo juega, diviértete y disfruta”
Autor: Miguel Ángel Aroca (Entrenador Nacional de Fútbol)
Publicado en ‘La soledad del entrenador’
- Publicado en Actualidad, Noticias FFCV
Más Que Fútbol: Gestionar el éxito y el fracaso
Como dijo Truman Capote, “el fracaso es el condimento que da sabor al éxito”. No hay un gran logro que no vaya acompañado de decenas de fracasos. Muchas veces esta tarea de la gestión del éxito y del fracaso queda en manos de los entrenadores, pero no siempre tenemos los conocimientos y herramientas para abordar estos temas con nuestros jugadores, porque habitualmente pueden requerir entrenamiento mental y éste debe ser desarrollado por profesionales de la psicología deportiva. Mi experiencia me permite estas recomendaciones que a continuación expongo.
Gestionar el éxito
Las ventajas del éxito todo el mundo las conoce, las desea, las persigue… Son muchos los beneficios, y es el principal elemento motivador de un deportista: GANAR. La sociedad alaba, ensalza, admira… Quiere ganadores. Competimos para ganar. Pero ganar siempre o casi siempre, también entraña sus riesgos:
- El ego divisor (envidias)
- El éxito vuelve el “nosotros” en “yo”.
- “Sobrevaloramos” las capacidades por encima del trabajo, la constancia, la humildad…
- Los buenos resultados tapan los defectos y dificultan la autocrítica.
- Perdemos la perspectiva y nos alejamos de la realidad.
- El éxito es transitorio: “hasta las hojas de las coronas de los vencedores se marchitan”.
- Se exageran las aportaciones personales y se minimizan las deficiencias, las dificultades.
- Aparecen los “halagos” interesados, y la gente nos dice lo que queremos oír.
- Aumentan “los amigos” y también …los enemigos
- Estamos en el centro del huracán… pero no muy lejos de la tormenta.
- Soberbia, narcisismo,…
- Ganar se hace rutinario y pierde aliciente. Parece que es fácil… Nos descuidamos
Algunas sugerencias.
- Compartir el éxito. No acaparar
- Más que nunca hacer equipo, equipo, equipo: Nosotros por encima del yo.
- Respetar y reconocer la labor de todos.
- Estar siempre: cuando las cosas van bien… Y no tan bien.
- Vivir el presente: El momento es importante. No pensar, dejar fluir… Ser naturales… No dejar que la situación nos perturbe o distorsione la realidad. No ser corto de miras y “morir de éxito”
- No perder de vista el futuro. Plantear nuevos desafíos, retos… Cambiar para mejorar. Pensar: Estamos a un año del fracaso…
Gestionar el fracaso
No siempre se puede ganar, y son muchas las ocasiones en las que perdemos. Hay que estar preparado para la derrota… y te ayudará a seguir ganando. El fracaso siempre es relativo, y muchas veces es la antesala de victoria o de volver a ganar. Lo primero a considerar es que nos devuelve a la realidad, y para ello es importante controlar la histeria, el “sálvese quien pueda”, el desaliento, la sensación de fracaso absoluto. Según Cagigal, en la vida 50 % de derrotas y 50 % de victorias… Las primeras son las más difíciles de afrontar y para ellas tenemos que prepararnos mejor. No hay ganadores eternos ni perdedores absolutos.
- Los malos resultados “despiertan los demonios” y conducen al pesimismo.
- Encontrar el equilibrio entre lo bueno y lo mejorable es la clave. La solución… No puede ser a costa de sacrificar valores.
- El peligro de una “desnaturalización”… El “secuestro del sueño” por los pesimistas, los mediocres y los perdedores. Es importante favorecer la autocrítica, “pararse a reflexionar” y hacer un buen diagnóstico.
- Identificar y valorar causas : • Objetivas / Subjetivas • Profundas/superficiales • Internas/ externas • Modificables/Invariables. Ejemplos: Falta de previsión – Las altas expectativas – Morir de éxito – Aumento de la competencia – Disminución de capacidades – Estancamiento – No anticiparse-
- Hay que analizar adecuadamente el funcionamiento del equipo, a estrategia y el camino que se ha seguido, las circunstancias y el contexto. Como han influido las mismas. Como lo han vivido los individuos y el grupo.
- Desde este conocimiento hay que romper con la dinámica que nos ha llevado al fracaso y aprender de los errores cometidos.
Una vez analizadas las causas hay que adaptarse a la nueva situación, hacer los ajustes precisos y comenzar de nuevo. Tres aliados poderosos tiene la derrota: el desaliento, el temor y la indecisión, pero una derrota peleada vale más q una victoria casual. Reforzar los intangibles, pues muchas veces el origen de la “derrota” está precisamente en olvidar aquello que nos hizo fuerte y competitivos. “Excavar” en la memoria y rescatar nuestras convicciones, ideales, identidad del equipo …las esencias pueden ser el comienzo de la solución.
No hay que confundir victoria con éxito ni derrota con fracaso. Me gusta más hablar de logros alcanzados y alegrías o tristezas y frustraciones.
Autor: Jesús Candelas
- Publicado en Actualidad, Más que Fútbol, Noticias FFCV, Noticias Fútbol Sala