El 29 de mayo de 2021 será una fecha para el recuerdo de todo el arbitraje de la Comunitat Valenciana. El día en el que colegiados de la Federació de Futbol de la Comunitat Valenciana, Toño Mateu, Pau Cebrián y Juan Martínez Munuera, dirigieron el partido de clubes más importante del año, la final de la Champions League.
El arbitraje valenciano está más presente que nunca, gracias al trabajo desde hace años de la FFCV y al impulso de estos tres máximos exponentes que brillaron anoche en Oporto.
El presidente de la FFCV, Salva Gomar, y el presidente del Comité Tècnic d’Àrbitres de la FFCV, José Enguix, acompañaron a los tres protagonistas durante una noche tan especial.
El presidente del Comité Técnico de Árbitros de la RFEF, Carlos Velasco, tampoco quiso perder la oportunidad de acompañar a los árbitros de la final.
Un día de emociones
El partido acabó para el trío arbitral con un emotivo abrazo final y con lágrimas en los ojos. Una culminación a sus carreras fruto del esfuerzo diario, del tesón en los entrenamientos y del amor por este deporte.
La actuación de Toño Mateu fue impecable, destacada como excelente por la inmensa mayoría de espectadores y de medios de comunicación acreditados en Oporto.
Pasó desapercibido, mostró la gran gestión de partido que le caracteriza y acertó de pleno en las decisiones más complicadas.
Lo mismo se puede decir de la ayuda que recibió Toño desde la banda. Pau Cebrián anduvo inmaculado en cada una de sus decisiones con la bandera.
Y desde el VAR, donde se encontraba Juan Martínez Munuera, el apoyo que recibió Toño Mateu fue también impecable.
Una actuación redonda para una noche histórica para nuestro arbitraje, que mereció incluso el reconocimiento de Ximo Puig, president de la Generalitat Valenciana.
Implicación y humanidad
Dirigir la final de la Champions League es la punta del iceberg de todo el trabajo y la actitud que muestran estos tres árbitros.
Los tres son un ejemplo en el que se apoya la FFCV para atraer cada año más alumnos al curso de árbitros que se inicia cada mes de septiembre.
Se implican en todas las actividades y se muestran siempre dispuestos a ayudar a cualquiera que lo necesite.
Un ejemplo de esto es lo sucedido ayer justo antes de marchar desde el hotel de concentración al estadio de la final. Un chico en silla de ruedas se acercó a desear suerte a los colegiados y a cazar una foto.
Toño Mateu no solo le le atendió y le dio la foto que buscaba, sino que le acabó regalando tarjetas como recuerdo de aquel momento.
Un pequeño ejemplo que muestra la pasta de la que están hechos estos deportistas, que tan bien han representado a la Comunitat Valenciana en la final de la Champions League.