Te despiertas en mitad de la noche, sudando, pero no hace calor, más bien sientes frío, te duele cada músculo del cuerpo, no consigues volver a conciliar el sueño, otra vez tienes esa sensación…
Mucha gente habla de ‘la soledad del entrenador’ pero no sabe explicarla. Es la suma de parte de las sensaciones que van inherentes a esta profesión, y que se manifiestan en diferentes situaciones. Tu trabajo es preparar a un equipo formado por X jugadores para que obtengan su máximo rendimiento a lo largo de una temporada. Es tomar decisiones para obtener un equilibrio entre el resultado y ese rendimiento. Es solucionar problemas, analizar situaciones, planificar, explicar, defender, transmitir,… pero siempre solo.
Puedes estar rodeado de gente que te apoya, un cuerpo técnico que te ayuda, que trabaja codo con codo en pos de un objetivo, pero no logras quitarte esa sensación. Una sensación de vacío que te acompaña siempre, ese sentimiento de que en aquella derrota deberías y podías haber hecho más, ese jugador que se queda en el banquiólo o que es sustituido el primero, incluso en la victoria o en el gol marcado ves la felicidad de tu equipo, de la afición, pero tu sigues sintiéndolo.
No buscas dedicatorias, ni que nadie venga a decirte que estas haciendo un buen trabajo o que has tenido una decisión crucial para el partido, no quieres reconocimientos sociales, simplemente tienes esa sensación de frío, de vacío, y no logras quitártela.
Sin duda me atrevo a decir que el rival más duro al que hay que enfrentarse no son los nervios del partido o que los resultados no acompañen… es la Soledad del Entrenador.
Algo con lo que hay que aprender a vivir, estudiarlo, planificar cómo neutralizarlo y enfrentarse a él como si de una final se tratase.
Por fin consigues dormirte, aunque sabes que en cualquier momento puedes volver a despertar, pero no tienes miedo, sabes que en el fondo no va a poder contigo. Al día siguiente pisas de nuevo el césped, organizas todo para entrenar y vuelves a sentir el fútbol recorrer tu cuerpo, sonríes, y piensas: “Soledad, cuando quieras te doy la revancha”.
Autor: Jónatan Fernández (Entrenador de Fútbol y Graduado en Geografía e Historia)
Publicado en Esportbase