Recién llegada de su tercer Campeonato del Mundo Femenino de Fútbol Sala, la colegiada castellonense Raquel González Ruano responde a las preguntas de FFCV en esta entrevista.
– Tras pasar tu etapa de jugadora e incluso haber formado un equipo en Castellón, ¿qué te lleva en 2002 a introducirte en el mundo del arbitraje?
– Cerrar un etapa de mi vida como jugadora y la curiosidad de experimentar el fútbol sala visto en los ojos del hasta entonces «gran enemigo»… el árbitro.
– ¿Cómo te marcaron en su momento figuras como las de Paco Rodríguez o Carlos Rabadán, tus mentores en la Escuela de Arbitros?
– No dejé que mi cabeza los viera como dos figuras inalcanzables, lejanas a mis sueños, si no como dos compañeros con lo que algún día compartiría mi logro en una cancha, como así fue posteriormente con Carlos Rabadán.
– ¿Qué te define como colegiada de fútbol sala?
– Ufff… no sé cómo hacerlo, la verdad, para mí me es más fácil describir lo que siento. Ante todo me siento privilegiada por estar en este deporte y poder llegar a sentir esa seguridad que me invade en medio de ese huracán de opiniones dispersas entre diferentes visiones que suceden en un mismo partido. Defiendo, sobre todo, mi honestidad y siempre reflejando el respeto hacia este deporte en cada decisión que he tomado.
– Llegaste a la Primera División española en 2012 siendo la primera mujer profesional del arbitraje, y no ha cambiado mucho el panorama… ¿por qué crees que no hay más mujeres integradas en esta parcela deportiva?
– No estoy muy segura pero pienso que aún hay en sus mentes un poco de incertidumbre al pensar que no hay lugar para ellas y si es así se están confundiendo… para mí lo ha habido. ¿Por qué para ellas no? Si tuviera que lanza un mensaje sería el de que nunca dejéis de creer en vosotras.
– ¿Te consideras una referencia para el resto de mujeres? ¿Te gustaría ser recordada como una pionera?
– Más que eso me gustaría ser ese ejemplo, esa fuerza, ese apoyo para cada una de ellas y decirles que sólo hace falta querer para que suceda. Quiera o no quiera seré una referencia por haber puesto mi huella en la historia femenina del arbitraje, pero más que eso me gustaría que me recordasen como una chica que lo único que quiso es cumplir su sueño y disfrutar por ello.
– Dirigiste seis encuentros en el Mundial Universitario de 2012 en Portugal, y hace unos días volviste del Campeonato del Mundo Femenino de Guatemala… ¿cómo vives estas experiencias?
– Este ya es mi tercer Mundial femenino y con el sueño cumplido de llegar a pitar una final. Siempre vivo todo con mucha intensidad, todo lo que suma es gratificante, compartir culturas tan distintas gracias al arbitraje es todo un honor y siempre estaré agradecida por ello.
Autor: Prensa FFCV