Tras dos jornadas de duelo en el fútbol autonómico, los clubes de València damnificados vuelven a competir gracias a la solidaridad de sus compañeros.
La destrucción y el inmenso dolor provocados por las graves inundaciones a consecuencia de la DANA del pasado 29 de octubre han dejado paso a una oleada de solidaridad y generosidad sin precedentes en el mundo del fútbol regional.
El parón en las competiciones, motivado por el duelo oficial decretado por la Federació de Futbol de la Comunitat Valenciana tras las más de 200 víctimas mortales, permitió constatar la gran cantidad de infraestructuras deportivas destruidas total o parcialmente e incluso aquéllas que, aún habiendo resistido al temporal, su acceso estaba impracticable.
Con ello, se puso en marcha un plan para que los equipos que no podían entrenar ni jugar en sus campos habituales pudieran volver a la competición.
Este pasado fin de semana, muchos de ellos ha podido volver al césped gracias a la solidaridad de otros conjuntos y municipios que han cedido sus instalaciones para que una relativa normalidad volviera a la competición en todas las categorías.
Dos de ellos fueron el EMF Carlet y los veteranos de la Unió de Benetússer-Favara.
Gracias al Ayuntamiento de la localidad de Benimodo, que cedió su campo municipal, los más pequeños del EMF Carlet pudieron volver a disfrutar del fútbol tras ver arrasado el Riu Magre hace apenas tres semanas.
Por su parte, los veteranos de la Unió de Benetússer-Favara disputaron su encuentro de liga ante el Quart de Poblet en su campo tras el ofrecimiento del rival, que no dudó asímismo a la hora de facilitar el material y equipamiento -desde balones o petos hasta un botiquín- necesarios a sus compañeros.
Poco a poco, y gracias a la solidaridad del fútbol provincial, los equipos damnificados por la DANA van saliendo del barro para volver a su lugar natural: el césped.