La lotería de los penaltis favoreció esta vez al Chelsea, que se alzó con la Supercopa ante un Villarreal que durante 120 minutos tuteó a todo un campeón de la Champions League.
El equipo de Unai Emery no pudo en esta ocasión repetir la hazaña de la Europa League, y la suerte le fue esquiva llegada la definitiva tanda de penaltis. Hasta entonces, el Villarreal había cedido en una primera parte de dominio inglés. El Chelsea dominaba las bandas y se mantenía sólido en defensa, y su insistencia de cara a puerta amenazaba seriamente a los ‘groguets’.
Así llegó el gol inglés antes de la media hora: Havertz cayó a banda izquierda para poner un centro raso a la altura del punto de penalti y allí apareció Ziyech, llegando desde atrás, para superar a Sergio Asenjo (1-0). Aún así, Albert Moreno estuvo a punto de la igualada en el último suspiro de la primera parte.
El Villarreal salió más centrado al césped de Windsor Park en la segunda mitad, y empezó a llegar con mucho peligro al área del Chelsea. De la mano de un Gerard soberbio, los de Emery buscaron el empate con insistencia hasta que el delantero catalán hizo justicia en el 73′ con un golazo por toda la escuadra.
Pero el marcador no se movió y el encuentro se fue a la prórroga, que estuvo marcada por el tremendo desgaste físico de ambos conjuntos. Agotados el tiempo reglamentario y el extra, todo se iba a decidir desde el punto de penalti. Allí, Kepa se convirtió en el héroe de la noche al detener el séptimo lanzamiento del Villarreal y dar el título de Supercopa al Chelsea.