Polvo flotando, raspones en las rodillas, todo el pueblo en la grada y un sonido diferente cuando bota el balón en el suelo. Para hacer un control correcto aquí tienes que ser muy bueno. Fútbol como el de antes.
El CFA Quart de les Valls juega todos sus partidos en el campo de fútbol del Polideportivo Municipal de la localidad. Y ese campo no es ni de césped natural ni artificial; es de tierra.
Allí debutó esta temporada en casa en la segunda jornada de Primera Regional (Grupo 2) frente al CFA Burriana-Salesianos A. Un gol de Sebastián Corral en el minuto 15 de encuentro dejó los tres puntos en casa.
«Cuando es el equipo de tu pueblo es cuando realmente te lo crees», cuenta Anunciación Ramírez, seguidora del equipo que asiste a todos los partidos que puede.
El hecho de tener un campo de tierra no desanima a los aficionados a acudir al campo. De hecho, el Atlètic Quart tiene alrededor de 700 socios y congrega a nunca menos de 300 espectadores en una población que no llega a los 1.000 habitantes.
Todavía quedan algunos campos de tierra en la Comunitat Valenciana. La FFCV se ha propuesto ayudar a dar visibilidad a esta situación a los clubes que aún mantienen la superficie más dura.
De ahí la visita de Salva Gomar, presidente de la FFCV, a uno de los clubes que sigue disputando partidos en tierra.
Cada club que juega en este tipo de terreno de juego tiene un caso concreto. Los campos suelen estar en manos de entidades públicas, habitualmente en zonas más despobladas.
El cambio al césped artificial cuesta demasiado dinero para los clubes. Por eso suelen buscar la complicidad de las instituciones públicas haciéndoles saber el tremendo beneficio que conlleva para la localidad en cuestión.
Es cierto que el ‘fútbol vintage’ tiene su parte romántica… pero el objetivo es ayudar a esos clubes a que en un futuro desparezcan los campos de tierra en toda la Comunitat Valenciana.