Mislata es una población pegada a Valencia y su principal club, fundado en 1931, está en la frontera: “se dice que los monos del Bioparc tienen barrigón de los balones nuestros que se han comido”, bromea el presidente Juan José Pérez. Este año se han dado grandes cambios en el Mislata CF, en especial en lo que se refiere a las instalaciones. Aunque debería haberse terminado en agosto y parece que se finalizará a finales de año, el club estrena nuevas gradas, césped y, en un tiempo, oficinas. “Estos barracones son las oficinas temporales, aunque imagino que aún para largo. Con el nuevo edificio de cocinas también llegará un bar acorde al tamaño del club”, cuenta Pérez.
El club es uno de los de la Comunidad Valenciana, además de los ‘grandes espadas’, con más categorías femeninas. Nacho, bajo las directrices de Pérez, empezó en diciembre con la dirección de la sección femenina. “Tenemos cuatro equipos de fútbol 11 y tres de fútbol 8. El primero está en Segunda división nacional, dentro de nada nos vamos a Lorca por ejemplo”, cuenta Nacho. De momento tienen más de fútbol 11 que de 8 porque “es algo difícil” formar los equipos con tan pocas niñas. Sin embargo, confían en que eso, con el tiempo, mejore y afiance aún más esa división del club. “Tenemos más femenino que la mayoría, pero aún es poco. Hay que apostar por ello”, sentencia el presidente.
En la categoría masculina de fútbol 8 el club cuenta con 3 alevines, 2 benjamines, 3 prebenjamines y un querubín. “Pese a los problemas de estar en una ciudad dormitorio, la gente continúa en el club. De querubines a prebenjamines fallan bastantes, pero a partir de ahí la continuidad es muy alta”, cuenta Pérez. En el club aseguran que, aunque hay ventajas de la cercanía a Valencia, también encuentran desventajas. Alberto, el encargado del dinero en el Club, cuenta que la mayoría de la afición proviene de los familiares de los más de 300 usuarios, de familiares y allegados, pero poco de aficionados. “Aquí es muy tranquilo, no se chilla. Pero bueno, así los árbitros pueden ir tranquilos”, bromea Pérez. El problema principal radica, según Pérez, en que la mayoría de las personas mayores no tienen “raíces” en Mislata, importantes para inclinar al aficionado hacia el fútbol local y no hacia “los partidos de primera división de la televisión”.
Al final en total, entre el fútbol base y fútbol 11 masculinos y femeninos, cuentan 22 equipos. “Pero tenemos, además, el equipo EDI, Escuela de Deporte Inclusivo”, cuenta Pérez. “El equipo EDI nace de los más forofos de la afición. Son personas de una escuela de educación especial cercana que asistían a todos los partidos del preferente. Con el tiempo y con su inquietud por el fútbol se decidió montar el equipo EDI para ellos”, cuenta Pérez. Es, por así decirlo, la parte más social del club. Se trata de un equipo de fútbol 8 que realiza amistosos y torneos con otros equipos inclusivos de la Comunidad y de todo el país.
Entre Pérez y Nacho hablan sobre cuál es uno de los mejores momentos del club. Hace sólo tres temporadas tuvieron un ascenso a preferente que fue “muy especial”, asegura Pérez. “También el ascenso a tercera”, recuerda Nacho. “El ascenso a Tercera división contra el Bunyol. Es la única vez en 35 años que he visto colas para comprar entradas aquí”, recuerda Pérez.
Autor: Carles Desfilis para FFCV