Nada más entrar en el campo, en un poste, se ve un gran cartel con un lema: #JuntsTornem. “El Junts Tornem empezó hace 4 años. Llegamos gente nueva… Bueno, en realidad gente que ya había estado aquí, gente muy válida que trae buenos valores al club”, cuenta Fernando García, entrenador del primer equipo y, como él dice, el “responsable un poco de todo, algo así como responsable deportivo”.
La historia reciente del UD Puzol es algo agitada. “Hace 10 años la situación era algo distinta. Económicamente éramos más fuertes, hacíamos fútbol casi profesional, en Tercera división”, cuenta García. Sin embargo, como en otro clubs, una gestión no acertada y la crisis económica hicieron mella. La escuela se quedó con 150 niños y endeudada. Fue, a raíz de ese punto, cuando nació el Junts Tornen: “Volvimos. También nos sacrificamos un poco para sanear económicamente el club, que ya está saneado. Ahora tenemos 223 ‘nanos’, aunque no tenemos capacidad para muchos más con un solo campo”, asegura. El Puzol tiene, aproximadamente, 68 años de historia; aproximadamente porque, como relatan en la historia del club, nació de la unión de dos equipos, l’Esplai y l’Atlètic, de 700 y 900 socios. La nueva Unión Deportiva nació, pues, con casi 1.600 socios en un pueblo que, en la época, tenía 5.456 habitantes. Es decir, la afición en él ya era tan alta que un 29% de sus ciudadanos participaban de forma activa. Desde su nacimiento, el club ha pasado por muchos ascensos y descensos. “Es inevitable con tantos años”, reza García. “Aun así, diría yo, hay un recuerdo especial. Fue ganar en 1979 la Copa de España de Aficionados. Viajamos por toda España”, cuenta. En la oficina, en las vitrinas, aún puede verse el trofeo que atestigua esa victoria.El club, con una salud ahora renovada, tiene 15 equipos. De fútbol-8 tiene un querubín, dos prebenjamines, dos benjamines y tres alevines. De fútbol-11, dos infantiles, un cadete, dos juveniles, un amateur y el primer equipo. “Normalmente, la gente que entra, más ahora, sube hacia arriba”, asegura García. Sin embargo, no es una escuela que busque líneas de rendimiento, sino que se centra en la línea formativa. “Se intenta que juegue todo el mundo. La competición es importante, es parte del proceso, pero los resultados es lo que no nos importa tanto. Aquí tienen cabida todos e intentamos que jueguen todos. Si hay muchos sí que hay que separar en B, C… pero más por rango de edades y amigos, no por nivel. Todos están muy parejos de nivel”, cuenta García.
El mismo cree que, junto al #JuntsTornem, lo que permite recuperar el espíritu del equipo es “que los padres quieran venir”. Hay una buena afición que respalda, además de a la escuela, los partidos del amateur y el primer equipo. “Hace nada se juntaron aquí, por ejemplo, 600 ó 700 personas”, asegura García. Del primer equipo la mitad de los jugadores son “de casa”, de Puzol: “A nivel social estamos en un buen momento, crece el número de futbolistas y con eso muchos más padres y madres que vienen a traer los niños. Y se involucran, porque también ven como antiguos niños juegan ahora en el primer equipo”. Todo esto se da en un único campo de futbol-11. “Con tantos equipos a la hora de jugar en un sólo campo te vuelves loco para repartir el espacio”, cuentan. Pese a ello lo consiguen y García cree que el club está “donde debe” estar. “Es normal que algún año te equivoques… Y ahora, en el pueblo, hay más alternativas deportivas, como el atletismo o el básquet. Pero somos punteros en la Comunitat. Creo que seguimos siendo el referente deportivo de Puzol”.
Autor: Carles Desfilis para FFCV