Calcuta vio llorar a la prometedora generación del 2000, esa generación arraigada en el fútbol valenciano. Los jugadores sacaron en forma de lágrimas la rabia por dejar escapar esa ventaja inicial de dos goles en la Final ante Inglaterra. Asumieron, en un sollozo de impotencia que, por cuarta vez en la historia, habían dejado que se esfumara la Copa del Mundo Sub-17 -el único trofeo que falta en las vitrinas de la Real Federación Española de Fútbol-. Estaban llamados a protagonizar un golpe de autoridad en un escenario de dimensión mundial, pero no lo lograron, y el panorama en el vestuario tras el partido se tornó desolador. Horas después, ya recompuestos tras la dureza del golpe y con la lección aprendida de que aún queda mucho que mejorar para coronar el futuro del fútbol, los vigentes campeones de Europa y subcampeones del mundo pusieron rumbo a España.
Con sus maletas cargadas de experiencia, compañerismo y una renovada madurez, este brillante grupo regresó a casa con la medalla de plata colgando del cuello. Unas horas después de aterrizar en suelo español, los jugadores del Valencia CF y el Villarreal CF que completaban la expedición se subieron a un último avión para volar hasta Manises. Allí, en el aeropuerto y pasado el mediodía, les esperaban sus familiares -sólo los padres de Hugo Guillamón habían conseguido el visado para asistir en primera persona en Calcuta a la final del Mundial- y emocionados, un mes después de su partida, dieron la bienvenida a quienes se adivinan como el futuro de la Selección absoluta. Nombres propios que Luis de la Fuente ya marca en rojo para el Europeo Sub-19 del próximo año y que Valencia y Villarreal se afanan por atar al porvenir de las entidades. Mañana se reincorporarán a los entrenamientos de sus respectivos clubes, con la certeza de convertirse en jugadores importantes en el corto plazo.
A la Ciudad Deportiva de Paterna regresarán Ferran Torres y Hugo Guillamón, titulares indiscutibles y pilares sobre los que se ha fundamentado el ataque y la defensa de esta Selección Sub-17, tanto en el pasado Europeo como en el Mundial. Ferran se incorporará a los entrenamientos del primer equipo y Hugo espera ganar peso en el filial, tras arrancar la temporada como pieza clave de la zaga del Juvenil ‘A’. Mientras tanto, a la Ciudad Deportiva del Villarreal CF llegarán Carlos Beitia, Nacho Díaz y Marc Vidal. Aunque su contribución deportiva a la Selección Sub-17 en este Mundial fue más discreta que la de los valencianistas, también han tenido un valor fundamental, y es que como explicó Santi Denia en una entrevista para la FFCV, «los jugadores que hacen grupo son esenciales para unir a un equipo como este, muy compacto y que empuja en la misma dirección». Durante el campeonato, Carlos se confirmó como alternativa en el centro del campo y Nacho fue el revulsivo más resolutivo del equipo. Por su parte, Marc no debutó, pero hizo equipo desde el banquillo, preparado para guardar la portería española si era necesario.
Autor: Prensa FFCV